Antenas: vecinos debaten un plan de acción
El miércoles 2 de noviembre, en la CEM, una reunión abierta analizará la situación creada por la proliferación de mástiles de telefonía en la zona urbana. Se invita a participar.
El miércoles 2 de noviembre, a las 19 horas, en la Cámara Económica Mercedina, una reunión abierta de vecinos analizará la situación creada a partir de la proliferación de mástiles de telefonía en la zona urbana, luego de dos episodios de intentos de instalación de antenas que fueron frustrados por la movilización vecinal.
En Julio, un petitorio de vecinos de Las Acacias, Pago Chico y Santa María logró que el municipio clausurara las obras clandestinas para asentar un dispositivo irradiante sobre un terreno ubicado en calles 44 y 103.
Hace pocas semanas, en barrio San Luis, otro petitorio impidió que continuara la construcción de una antena en el medio de la manzana comprendida entre las calles 20, 11, 18 y 13.
Los mástiles de telefonía son objeto de protestas en todo el mundo por el riesgo que presentan para la salud de los que viven en sus cercanías. Por ese motivo, las empresas expanden su red en forma silenciosa, ya sea disfrazando las antenas en tanques de agua, o erigiendo sus mástiles sin permiso de obra: ponen en marcha el dispositivo y luego se amparan en la figura del “servicio público” para impedir su remoción.
La ciudad de Mercedes está alerta ante esta metodología, y un grupo de vecinos ha manifestado su interés por informarse y definir una estrategia común. En la reunión, el vecino Claudio Guevara, que estudia la problemática como parte de una tesis de maestría para la Universidad Veracruzana, brindará un breve resumen informativo sobre el tema, y luego la reunión se abrirá a las opiniones de todos.
Un ambiente insalubre
Para Guevara, las radiaciones son responsables del fenomenal incremento del estrés, el insomnio, los problemas de concentración y enfermedades aún más graves como el cáncer.
“La exposición a campos electromagnéticos parecen afectar severamente los neurotransmisores, y con ello, los sentimientos de bienestar y empatía, el carácter y la vitalidad en general”, afirma Guevara. “Las personas expuestas a ambientes electromagnéticamente cargados se sienten irritables, presentan dificultades para dormir y descansar bien, y experimentan confusión y dificultades para concentrarse”.
”Esos síntomas, que parecen ser una epidemia mundial atribuida sin más “al estrés”, y que se combaten a mansalva con medicamentos, pueden ser simplemente los resultados del salvaje incremento de los campos electromagnéticos en las ciudades modernas, vía no sólo las tecnologías inalámbricas, sino también el cableado eléctrico, las emisiones de radio y televisión y la proliferación de aparatos electrónicos”.
Pero además, parece claro que las microondas de las tecnologías inalámbricas debilitan el sistema inmune, exponiéndonos al crecimiento de enfermedades como las alergias, la leucemia y otras formas de cáncer. “La sociedad electromagnética es un diseño cuyos resultados vemos en la actualidad: gente enfermiza, estresada, que no puede dormir bien y que recurre cada vez más a fármacos para llevar una vida normal”, afirma Guevara.
Una autopista que se ensancha
Para Arthur Firstenberg, creador de la Cell Phone Task Force, el problema de las radiaciones comenzó en 1977 con el lanzamiento de la PC, y se agravó luego con las sucesivas tecnologías que se fueron incorporando: la banda ancha, los teléfonos celulares, las emisiones vía satélite, y más recientemente, el WIFI y la nueva generación de tecnologías telefónicas: Smart Phones, “4G”, etc.
Cada una de estas innovaciones tecnológicas implica un tráfico de datos más intenso -películas, música, imágenes- y la instalación de más dispositivos irradiantes. El trabajo de Firstenberg recoge muestras que relacionan el incremento de las emisiones con el aumento de asma, alergia, insomnio y otras enfermedades, e incremento en los picos de mortalidad. El trabajo del grupo se puede seguir en www.cellphonetaskforce.org