La paradoja de Stockdale: Estrategia mental para superar duras pruebas


La experiencia de un marino encarcelado durante 7 años muestra cuál es la actitud óptima para asegurar la supervivencia en tiempos de penurias extremas.
Por Harshal Agarwal

Una de las mentalidades más poderosas que jamás haya encontrado al enfrentar cualquier tipo de desafío en mi vida se llama la paradoja de Stockdale.

La paradoja de Stockdale se deriva de las experiencias y la filosofía del almirante James Stockdale, un oficial de la Marina de los EE. UU. que estuvo prisionero de guerra durante más de siete años durante la Guerra de Vietnam.

Más de la mitad de los prisioneros que estuvieron encarcelados con Stockdale nunca lograron salir. Cuando se le preguntó, Stockdale observó que eran los prisioneros que eran demasiado optimistas y anticipaban constantemente una liberación rápida, los que tenían más probabilidades de perder toda esperanza y sucumbir a la desesperación cuando sus expectativas no se cumplían año tras año.

Por el contrario, aquellos que reconocieron y aceptaron la dura realidad de su situación pero mantuvieron la firme creencia de que eventualmente prevalecerían, fueron los que lograron sobrevivir.

Se trata de equilibrar dos creencias aparentemente contradictorias: mantener una fe inquebrantable en que eventualmente tendrás éxito y al mismo tiempo enfrentar la brutal realidad de tu situación actual.

“Nunca confundas la fe en que al final prevalecerás, algo que nunca puedes permitirte perder, con la disciplina para enfrentar los hechos más brutales de tu realidad actual, cualesquiera que sean”. — James Stockdale.

Este equilibrio ayuda a desarrollar la resiliencia, la adaptabilidad y la perseverancia.

F. Scott Fitzgerald escribió:“La prueba de una inteligencia de primer nivel es la capacidad de tener en mente dos ideas opuestas al mismo tiempo y aun así conservar la capacidad de funcionar”.

Todos experimentaremos decepciones y acontecimientos aplastantes en nuestras vidas, reveses para los cuales no hay “razón” y nadie a quien culpar. Podría ser una lesión, un accidente o un despido inesperado.

Lo que separa a las personas no es la ausencia de dificultades, sino cómo afrontan estas situaciones inevitables.

Y cuando comienzas con un esfuerzo honesto y diligente para comprender la verdad de tu situación, las decisiones correctas a menudo se vuelven evidentes.

Es similar a lo que el entrenamiento de los Navy Seals de los EE. UU. intenta enseñar a sus cadetes a través de un ejercicio que llaman “Surf Torture”.

Es exactamente lo que parece.

A los cadetes se les obliga a tumbarse en aguas poco profundas de la playa durante la noche. ¡Hace mucho frío!

Tienen dos opciones: aceptar el frío O luchar contra el frío.

Luchar contra el frío consume mucha energía y la mayoría de las personas que lo intentan se dan por vencidas en algún momento. Evitar o ignorar la realidad y la gravedad de su situación actual es una forma segura de empeorarla.

Pero aceptar el frío libera energía para luego pensar en el futuro y reaccionar más eficazmente ante la situación.

Sólo aceptando las condiciones actuales, por brutales que sean, podrás siquiera empezar a superarlas.

Artículo original en ingés

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