La Ley de la Atracción: ¿Creamos nuestro mundo con el pensamiento?
“Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado “, dijo Buddha hace miles de años. Los pensamientos determinan nuestra experiencia, afirma una antigua idea religiosa, ahora reactualizada por nuevas tendencias.
Por Claudio Fabián Guevara
¿Ha tenido alguna vez un deja vu de su futuro personal, una visión de su porvenir que luego se cumplió? ¿Vive imaginando proyectos felices que siempre logra concretar? O por el contrario: ¿Se la pasa pronosticando calamidades y sufrimientos que inevitablemente llegan?
Hay antiguas y modernas corrientes de pensamiento que llaman a este fenómeno Ley de la Atracción. Una película muy exitosa del año 2006 –“El Secreto”, distribuida por Internet– reactualizó y le dio difusión masiva a la idea.“El Secreto es la Ley de la Atracción. Todo lo que llega a su vida usted lo atrae a ella. Y es atraído a usted por virtud de las imágenes que mantiene en su mente. Es lo que usted piensa. Todo aquello que sucede en su mente usted lo atrae hacia sí mismo”.
La forma más sencilla de ver la Ley de la Atracción, es pensar en cada uno de nosotros como un imán que ejerce una atracción. Básicamente, la ley dice que lo similar atrae lo similar. La Ley de la Atracción se aplica al estado mental del ser humano. Es decir que los pensamientos que una persona posee –conscientes o inconscientes–, las emociones, las creencias y las acciones atraen consecuencias que corresponden a experiencias positivas o negativas.
Este proceso es descripto como “vibraciones armoniosas de la ley de la atracción”, y la conclusión que se desprende es que todos obtenemos las cosas en que pensamos. Los pensamientos determinan nuestra experiencia.¿Es esto posible?
►Religión, ciencia y objeciones
Pensar en la Ley de la Atracción como una “ley” científica convencional tiene sus riesgos. La idea tiene antecedentes en el hinduismo y en teosofía, y los partidarios modernos de la ley la derivan de la física cuántica, pero sus críticos recalcan que sus postulados son confusos y no hay método científico alguno para probarlas.
Mucha producción actual sobre este concepto gira en torno a la idea ramplona de la Ley de Atracción como principio para atraer el dinero y el éxito, emparentándose con los manuales de autoayuda y las fórmulas baratas para hacerse millonario. Pero esta perspectiva es la que más objeciones despierta: la Ley sostiene que sus principios se cumplen “siempre y en todos los casos”, aunque es fácil verificar que en estos tiempos mucha gente vive obsesionada con la idea de hacerse rica y apenas un mínimo porcentaje lo logra. Luego se cuestiona que esta filosofía rompe las nociones de solidaridad social, ya que indirectamente adjudica culpabilidad a los pobres y a los enfermos, que serían los causantes de sus propios padecimientos.
Sin embargo, no se puede negar que buena parte de los postulados de la Ley tienen una gran capacidad explicativa de fenómenos recurrentes en la vida de las personas, si bien mucho más en lo relacionado con el “ser” que con el “tener”.
►La influencia de las emociones
Una de las facetas de la Ley de Atracción divide a nuestras emociones en simplemente dos categorías: las negativas –que nos hacen sentir mal- y las positivas –que nos hacen sentir bien-. Experimentar emociones negativas nos acerca a sufrir malas experiencias, y viceversa: “Los pensamientos emiten una vibración magnética que atrae lo correspondiente”. Es fácil analizar muchas de nuestras experiencias en estos términos, y verificar el efecto de nuestras emociones en los resultados de aquellos que emprendemos. Si los estados depresivos nos empujan al fracaso, los estados mentales positivos son tremendamente fructíferos: “Aquel que habla todo el tiempo de enfermedad, la tiene. Aquel que habla todo el tiempo de prosperidad, la tiene”.
La fuerte voluntad derivada de un pensamiento persistente tiene efectos visibles sobre la realidad. ¿Ha observado cómo la tenacidad de algunas personas les permite llegar a donde desean pese a todos los obstáculos? Pues bien: “Te conviertes en aquello en lo que piensas la mayor parte de tu tiempo”, dice una de las ideas clave de la Ley.
¿El pensamiento crea el mundo? Sea cual sea el proceso intermedio, es innegable que todo cuanto vemos en el mundo humano es producto de nuestras mentes. “Cada vez que piensas, estás en proceso de creación. Algo se va a manifestar como consecuencia de ese pensamiento”.
La Ley puede ser, además, muy inspiradora. Cuando se analiza la vida de muchas personas destacadas de la historia, se comprueba que tenían claras ideas acerca de lo que querían hacer, aunque no cómo hacerlo. Sin embargo, solamente con centrarse en sus ideas y comenzar a actuar, lo lograron. Aquí se cita a Martin Luther King: “No necesitas ver toda la escalera: sólo necesitas empezar a subir con fe los primeros peldaños”.
El juego de las frases célebres
Hola!
Como por iluminación divina he dado con tu blog … es cierto que debemos conectarnos con todo lo que somos… con nuestro niño interno… ya que si lo tenemos en cuenta y aceptamos, empezeríamos a darle paso a nuestra claridad, a la de sí mismos, a no sentirnos tan enfermos porque comprenderiamos que en la vida sólo existen las acciones y que al aceptarnos dichas acciones vienen con una sobrecarga de reflexión. Buen aporte para la humanidad!
Sabemos que somos energia d e eso no hay duda ,por lo tanto ,todo fluye al rededor nuestro y nosotros somos la ley de atraccion .solo basta con desear el bien y no gastar energias en vano.saber que cada dia es hermoso y unico .porque quizas sea el ultimo.