Ícono del sitio Vibromancia

10 estrategias de manipulación social

manipulación social

manipulación mediática

Son principios aplicados para manipular las emociones y opiniones políticas a través de los medios. Una lista para analizar cómo se valida, ante un público distraído, la erosión de derechos y el recorte de bienestar para las mayorías.

Una lista comúnmente atribuida a Noam Chomsky enumera “10 Estrategias de la Manipulación” a través de los medios. Si bien hay quienes desmienten la autoría del genial lingüista norteamericano, los principios definidos tiene validez. Sobre todo en tiempos de cambio social brutal, la manipulación mediática arrecia. Esta lista resume las maneras en que se valida, ante un público distraído, la erosión de derechos y el recorte de bienestar para las mayorías que caracteriza a la política en casi todas partes.

1. La estrategia de la distracción

El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones sin importancia.La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. ”Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar (cita del texto ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

2. Crear problemas y después ofrecer soluciones

Este método también es llamado:
“problema–> reacción–> solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el demandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para que el pueblo acepte como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.

3. La estrategia de la gradualidad

Para hacer que se acepte una medida inadmisible, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, en un plazo ampliado. De esa forma, las nuevas condiciones impuestas, los cambios radicales se aceptan sin  provocar revueltas. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.

4. La estrategia de diferir

Otra manera de provocar la aceptación de una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio a futuro que un sacrificio inmediato.
Primero, porque el esfuerzo no es inmediato.
Segundo, porque la masa, ingenuamente cree que “mañana todo irá mejor” y que el sacrificio exigido podría evitarse.
Esto da más tiempo al ciudadano para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.

5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad

La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discursos, argumentos, personajes particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental.  Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantil. ¿Por qué? -“Porque si te diriges a una persona como si tuviera 12 años o menos, tenderá, por sugestión, a adoptar respuestas o reacciones más infantiles y desprovistas de sentido crítico.

6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión

Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para cortocircuitar el análisis racional, y neutralizar el sentido critico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o a inducir determinados comportamientos.

7. Mantener al pueblo en la ignorancia y la mediocridad

Hacer que el público sea incapaz de comprender la tecnología y métodos utilizados para su control y su esclavitud.
“La calidad de la Educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia entre éstas y la Clases Altas permanezca inalterable en el tiempo e imposible el alcanzar una auténtica igualdad de oportunidades para todos.”

8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad

Hacer creer al pueblo que está de moda la vulgaridad, la incultura, el ser mal hablado o admirador de personajes sin talento o mérito alguno, el desprecio a lo intelectual, la exageración del culto al cuerpo y la devaluación del espíritu de sacrificio y del esfuerzo personal.

9. Reforzar el sentimiento de culpa personal

Hacer creer al individuo que es el único culpable de su propia desgracia, por insuficiencia de inteligencia, de capacidades, de preparación o de esfuerzo. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico y social, el individuo se autoevalúa, se autoinculpa, generando en él un estado depresivo, que inhibe su capacidad de reaccionar. Y sin reacción, no habrá revolución.

10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen

En los últimos 50 años, los avances de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos utilizados por las élites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el Sistema ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El Sistema ha logrado conocer mejor al individuo común, mejor de lo que se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un mayor control y poder sobre los individuos, superior al que piensan que realmente tienen.

 

 

Salir de la versión móvil