SEXO TANTRICO (II) :: El éxtasis espiritual


Para esta escuela de saber milenario, el orgasmo físico es secundario. El tantra promueve estados de éxtasis mental que abren las puertas a la experiencia de la sexualidad espiritual.

Por Claudio Fabián Guevara

El sexo tántrico es una práctica de horas, donde la mujer alcanza múltiples climax y el hombre se entrena para alcanzar su satisfacción sin eyacular. Pero lejos de reducirse a esta breve descripción, las técnicas del amor tántrico son mucho más amplias y ambiciosas. Básicamente, abren las puertas a la experiencia de la sexualidad espiritual.

Antes de unirse físicamente, un estado de meditación y de plena presencia permite a los amantes mantenerse en comunicación a nivel físico, emocional, intelectual y espiritual. Esta es la gran diferencia entre el sexo tántrico y el sexo occidental.

En el tantra, las largas secuencias de caricias tienen por objeto crear un estado de prolongado deleite. El orgasmo físico pasa a un papel secundario pues lo que se busca son sensaciones extremas y estados de éxtasis mental que se logran solamente mediante estímulos adecuados y entrega sin restricciones.

En el estado mental adecuado las sensaciones corporales se agudizan, y la mente entra en un estado de éxtasis espiritual mucho antes de que el nivel de excitación físico llegue al máximo.

Más que placer genital, éxtasis espiritual

Por eso es acertado señalar que el sentido del sexo para el tantra, es mucho más profundo que el mero placer genital. Los ejercicios no se orientan a lograr el simple orgasmo, sino a revivir la experiencia primigenia del nacimiento, el orgasmo que nos traslada al origen de la vida. Según algunos expertos se trata de alcanzar la experiencia del canal del parto, de la primera inspiración, del primer contacto con la piel de un ser humano, del contacto con nuestra madre.

Generalmente, la práctica sexual es concebida de forma diferente en Occidente, donde estamos más acostumbrados a buscar el placer genital. Por tanto, la experiencia del orgasmo queda relegada al plano superficial, sin producir la experiencia de unión, fusión, paz y serenidad por la que abogan los tántricos.

Existen poderosas razones para practicar los postulados del sexo tántrico. En principio, muchos hábitos tántricos son capaces de despertar el deseo y multiplicar el placer. Por ejemplo, la práctica del Maithuna aumenta la líbido, a partir de sus diferentes niveles, previos a la relación sexual.

Por la cantidad de ejercicios diferentes que comporta esta práctica, y sobre todo por su componente espiritual, probablemente el sexo tántrico no se deba practicar con cualquiera, sino con tu pareja habitual o con alguien con quien te una algo más que el deseo puntual.

Actualmente existen cursos prácticos, que se imparten a parejas, orientados a difundir la sabiduría milenaria del tantra para la práctica de la sexualidad. Algunos de estos saberes son:

Yoga nidra. Una práctica en la cual se aprende a permanecer consciente en diferentes estados mentales.

Balance de chakras. Masaje tántrico basado en la teoría tántrica de los chakras. Experiencia mística y liberadora de sentimientos entre las parejas.

Conciencia espinal. Ejercicios al conocimiento de la espina dorsal, que tiene inteligencia propia.

Maithuna. Es es ritual más sagrado del tantra, en donde las parejas se unen a nivel de sus cinco cuerpos o koshas.

 

Claves y prácticas sencillas

Aparte de estos ejercicios avanzados, hay prácticas sencillas y al alcance de todo el mundo por las cuales se puede iniciar la exploración de esta filosofía de la sexualidad:

La habitación, un factor clave. El ambiente es muy importante. Ilumina la habitación con velas blancas, perfumadas. Ten a mano aceites para los masajes. Coloca flores frescas en jarrones. Una música suave favorece muchísimo la relajación. Además, prepara algo de comer (comida suave: piezas de fruta, etc.) y algo de agua para los momentos de descanso. Finalmente, desconecta los teléfonos móviles, descuelga el teléfono de casa… En resumen, asegúrate de que nada pueda interrumpirte.

El juego de la respiración. En el sexo tántrico, el ritmo lo lleva la respiración. Siéntate frente a tu pareja y comienza a respirar pausadamente y en forma sincronizada. La idea es conseguir que cuando uno exhale, el otro inhale, que cada uno respire el aire del otro. Siente cómo el aire recorre todo tu cuerpo. Con los ojos cerrados, poco a poco ambos se irán evadiendo y entrarán en un estado de meditación.

Caricias y masajes, un ritual central. Acariciar y masajear a la pareja es fundamental. Se recomienda usar algún aceite y masajear con movimientos lentos y suaves, circulares primero, de arriba hacia abajo, después. En esta fase se propone no besarse y ni acariciar pechos y genitales. La duración de esta fase depende de ambos, aunque lo recomendable es de 15 a 20 minutos. Solo después de este largo preliminar, donde el deseo aumentará, comienzan los besos y caricias genitales.

Penetración tántrica. En el Tantra la penetración es completamente distinta a la conocida en Occidente. El hombre no hace el amor a la mujer sino que son dos universos que se conectan y abren paso. La penetración es solo un paso más del acercamiento de los cuerpos. La penetración al principio debe ser estática. El pene se queda inmóvil dentro de la vagina y la pareja continúa acariciándose suavemente. Tras unos minutos, ambos genitales se relajan por completo y comienzan a moverse rítmicamente por sí mismos.

Cómo retrasar el orgasmo. Si la erección del hombre es muy fuerte y está próximo a la eyaculación, se debe volver a los ejercicios de respiración y a las caricias suaves. También puede apretarse con dos dedos la zona del perineo para evitar la eyaculación. Después de dos o tres horas de caricias tántricas, los cuerpos estarán inmersos en el punto más alto de excitación, sentirán que son un solo cuerpo, y estarán preparados para un orgasmo concebido como una “explosión” de placer.

 


La importancia de la abstinencia

“Lo primero que hay que hacer para practicar el sexo tántrico es no hacerlo”, dice un post de www.innatia.com. “Los practicantes más acérrimos a esta práctica sexual recomiendan hacer el amor una sola vez al mes ya que de esta manera se acumula energía sexual. Puede que a ti te parezca demasiado tiempo y no quieras esperar tanto. Pero sino tanto, sí te recomendamos dejar pasar unos cuantos días, para que aumente el deseo entre vosotros. Esta espera logra resultados maravillosos”.

Primera parte:

SEXO TANTRICO :: La fogata del amor

 

 

Para esta escuela de saber milenario, el orgasmo físico es secundario. El tantra promueve estados de éxtasis mental que abren las puertas a la experiencia de la sexualidad espiritual.


One thought on “SEXO TANTRICO (II) :: El éxtasis espiritual

  • 8 junio, 2015 at 17:56
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    me gusta lla informacion

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